Grave situación de las estaciones de servicio blancas por los altos precios que pagan

Las bocas sin bandera atraviesan una difícil situación, que se prolonga en el tiempo y parece conducir a un oscuro final.

En un interesante reportaje al Ing. Daniel Montamat, ex Secretario de Energía y ex Presidente de YPF, que transcribimos ayer, el acreditado profesional, habla de la “olla a presión” que constituye el actual congelamiento en los precios de los combustibles.

Montamat explica allí que el precio del Brent que se toma como referencia ha aumentado un 40% en dólares pasando de 50 a 70 dólares el barril, mientras que la variación acumulada del tipo de cambio oficial que se toma de referencia para la conversión del barril en dólares acumula un 17,6%. Con esos parámetros, el costo en pesos argentinos del barril de referencia dice, aumentó un 65% (43.108 $/m3 frente a 26.100 $/m3 de diciembre de 2019). Agrega que si bien es cierto que las petroleras acordaron un “barril criollo” que en principio se fijó en torno a los 53 y 55 dólares, el mismo se hace insostenible por la evolución del dólar. “El costo de adquisición del crudo local estuvo en torno a los 59 dólares promedio ponderado y si se lo pasa a pesos queda en 36.148 $/m3 y acumula un crecimiento de 52%, sumando presión a los precios de los combustibles para no acumular más distorsiones en la cadena”, finaliza Montamat.

Si bien es cierto que podrían hacerse algunas consideraciones acerca de la lógica de estos cálculos, lo cierto es que son tenidos en cuenta por los principales actores del sistema.

Sin embargo, el mencionado atraso en los precios en surtidor, no es el mismo que en otros canales de comercialización (agro, industria, etc.), en los que los valores han seguido avanzado sin pausa, hasta quedar muy por encima de los de las estaciones de servicio. El caso es que estos precios que han seguido evolucionando, son los que pagan las estaciones de servicio blancas, las que desde hace tiempo han quedado fuera de mercado con diferenciales que continúan aumentado. Esto obviamente repercute en las ventas que se han desplomado hasta niveles paupérrimos. Si bien es cierto que los precios en las estaciones de bandera finalmente subirán, esto difícilmente ocurra en menos de tres meses y probablemente será gradual, mientras que las bocas blancas ya lo están pagando. Por lo tanto podríamos inferir que no se equiparará la situación de las blancas con la de las de bandera en por lo menos 5 meses. ¿Podrán soportar esta espera las primeras?

Elestacionero.com conversó con la Dra. Marisa Centenaro, presidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles del Interior de la Provincia de Córdoba (CECIPCO) e integrante del grupo Estacioneros Autoconvocados de la Región Centro, propietaria de una estación de servicio blanca en la localidad de Pilar, provincia de Córdoba. Consultada sobre la situación de su negocio, manifestó que al igual que otras estaciones sin bandera se encuentra en una posición muy delicada, ya que hace varios meses que está totalmente fuera de mercado por no tener ningún proveedor que la abastezca a precios competitivos, por lo que debe vender a valores hasta  seis pesos más caros que las bocas de bandera. Agregó que de no mediar una rápida solución, muchas estaciones de servicio blancas quedarán en el camino. Se lamentó de que no haya auxilio a nivel estatal para paliar esta situación.

Otros estacioneros “blancos“ consultados coincidieron con la opinión de la Dra. Centenaro, agregando cada uno sus propios problemas generados por este descuido del sistema para con estos negocios, totalmente legales, empresas Pyme, familiares, generadoras de puestos de trabajo, contribuyentes del estado y que además cumplen una función social brindando abastecimiento de combustibles en pequeñas localidades donde no existen bocas de bandera.

¿Nadie tomará cartas en este asunto? ¿Tendremos que resignarnos a una pandemia económica de las blancas?

 

 

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