La espada de Damocles que pende sobre la cabeza de los estacioneros

La espada de Damocles, según la Real Academia Española. significa «amenaza persistente de un peligro» ver más sobre esto


Por redacción El Estacionero

Los estacioneros vienen padeciendo dificultades desde hace bastante tiempo. Las mismas están relacionadas con los precios de venta acordadas entre las refinerías y el gobierno (y garantizadas por YPF, empresa líder del mercado manejada por el estado, de cuyos precios las restantes empresas no pueden distanciarse por una cuestión de competencia). Estos valores se mantienen desde hace bastante por debajo del IPC (Inflación), lo que afecta gravemente la rentabilidad de las estaciones de servicio.

En segundo lugar, se relacionan con los problemas de abastecimiento que afectan cada tanto a los expendedores de combustibles, como consecuencia del primer punto mencionado y que se suma a los perjuicios que este genera. Precios insuficientes + abastecimiento limitado = quebranto

Pero regresemos al primer punto, que por mucho es el más nocivo: el atraso en los precios de los combustibles. En la comparación incremento de precios de nafta y gasoil – inflación, el resultado es negativo sea cual fuere el período tomado. Empecemos por el año en curso; en lo que va del mismo, la inflación fue del 103.12% hasta el 30 de septiembre + 8% calculado en los 22 primeros días de octubre= 111,12%. En el mismo período, los precios de los combustibles (estaciones de servicio YPF promedio país), tuvieron los siguientes aumentos:

Esto da un porcentaje ponderado (según la participación de cada producto sobre el total de ventas en estaciones de servicio) del 69%.

En resumen, los costos de los estacioneros subieron un 111% y los ingresos un 69%. El desfasaje es del 42%.

Otros factores atrasados

El atraso en los precios en realidad es bastante mayor, ya que está pendiente un aumento en el precio del crudo. Las refinerías locales lo están pagando a U$S 56 , mientras que el valor de referencia en nuestro país (crudo Brent) se ubica en U$S 90.54. También está pendiente el ajuste establecido por ley en el Impuesto a los Combustibles Líquidos y el Impuesto al Dióxido de Carbono, los que el 1° de noviembre deberían aumentar el 258%.

No es la intención de este artículo evaluar si las variables del párrafo anterior son lógicas o valederas, ya que son números que se relacionan con las refinadoras. No así los números anteriores que si afectan directamente a los estacioneros. Lo que sí resulta previsible, es que haya un aumento de precios importante en el corto plazo. Quizás el 1° de noviembre fecha en que finaliza el acuerdo de precios; es decir dentro de una semana. Y aquí aparece la espada de Damocles ¿Cómo están los tanques de las estaciones de servicio? Seguramente no están bien y lo peor es que el 1° de noviembre van a estar más vacíos aún, teniendo en cuenta que los cupos ya estarán utilizados.

Esto significa un gran riesgo para las estaciones de servicio, que podrían perder parte de su stock de combustibles si se da el supuesto mencionado. Esto ameritaría ir conversando con las empresas petroleras a fin de tener previsibilidad y evitar que la espada caiga sobre la cabeza de los estacioneros.


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