La paritaria presiona sobre la rentabilidad y ya hay reclamos en la región

Los empleados de las estaciones de servicio consiguieron un incremento del 48% entre mayo y diciembre de este año, situación que empieza a presionar sobre el precio de los combustibles. Marcelo Pirri, integrante de la Cámara de Expendedores de Río Negro y Neuquén, anticipó que esta situación vuelve a desfinanciar a los surtidores y solicitó una urgente revisión de los márgenes de rentabilidad con que operan.

El sector empresario advierte sobre la posibilidad de cierre de algunos surtidores porque no se alcanza a sostener los costos. El costo de abrir una estación de servicio es de un millón de dólares, y se manejan con una rentabilidad de entre el 8 el 10% del precio de venta final, dependiendo de la marca y del tipo de combustible. Por eso hay una disminución paulatina en la región del Alto Valle.

Con precios fijos, afirman, se hace muy difícil sostener la actividad. “El año pasado perdimos un 18% entre lo que se otorgó de paritarias y el aumento real del precio. A principios de 2022 recuperamos una parte de eso pero ahora volvimos al principio”, explicó Pirri.

El dirigente empresario reiteró que no están pidiendo un “aumento directo de precios” sino una modificación en la forma de cálculo de los porcentajes en surtidor. “Nos están faltando 6-7 pesos por litro. Si fuéramos con el sistema actual, el precio debería aumentar en 50 pesos”, dijo. Un incremento que es inviable, situación que se entiende en el sector. Por eso están pidiendo una reformulación del esquema.

“La rentabilidad está en la cantidad de litros que se vende, en el volumen”, explican desde las estaciones de servicio.

Por otra parte, el faltante de combustibles diesel, producto de la disminución de las importaciones, no alcanzó a advertirse en la región. Especialmente porque la empresa YPF, que maneja el 70% del mercado de Río Negro y Neuquén, distribuyó una mayor cantidad de litros. Los problemas fueron para algunas empresas de transporte extra regionales que se encontraron con una política de “topes”, y los choferes no siempre tenían una alternativa para abastecerse.

 

Elcordillerano.com.ar

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