Precios que suben, ventas que bajan

Pasado cierto nivel, el incremento desmedido de los precios de los combustibles deja de ser un beneficio y se tornan en una amenaza para las estaciones de servicio. ¿Hemos alcanzado ya ese nivel?

Mientras en los surtidores se registran nuevos aumentos, en enero el sector del expendio de combustibles sobrellevó una merma de ventas del 3,58% según los datos de la Secretaría de Energía, aunque si consideramos las ventas minoristas por estaciones de servicio, la disminución fue mecho mayor.

Esta semana se produjo un nuevo aumento de los combustibles y todo hace prever que los precios continuarán incrementándose de manera constante. La suba del dólar, el incremento que se vislumbra en el precio del petróleo, el ajuste trimestral del Impuesto a los Combustibles Líquidos y el Impuesto al Dióxido de Carbono, y los valores de los biocombustibles que arrastran un fuerte retraso en las tarifas, seguirán presionando sobre los surtidores; todo esto en un contexto fuertemente inflacionario.

Los sucesivos aumentos ya provocan una caída en las ventas que es más notoria en los productos más caros, los premium, que alcanza nada menos que el 30%, lo que ha generado una fuerte transferencia de ventas de la nafta premium a la súper, que se tradujo en una leve alza en los despachos de este combustible más barato.

Enero fue el quinto mes consecutivo en que las naftas grado 3 (alto octanaje) tuvieron bajas en las ventas superiores al 20%, un claro indicador de la recesión económica por la que atraviesa el país, la que combinada con la liberación de precios de los combustibles y la brusca devaluación de nuestra moneda hacen que los precios se incrementen mes a mes.

«« Precio Nafta Grado 2 (Súper) 

Fuentes vinculadas con las refinerías sostienen que pese a los aumentos, los precios en los surtidores siguen retrasados, ya que no se habría trasladado todo el aumento del dólar, por lo que podría esperarse que haya un nuevo aumento el mes próximo, solo por ese motivo.

La cotización del barril de petróleo, se establece en moneda estadounidense e incide en el 80% del costo de elaboración de los combustibles.

Por su parte el crudo no ha parado su senda alcista en el año, desde los US$ 62 de enero a los casi US$ 70 que orilló ayer.

Por todo lo expuesto, y en el contexto de bolsillos flacos, por el que atravesamos los argentinos, es de esperarse que las ventas en las estaciones de servicio continúen en baja, con los consiguientes problemas de rentabilidad  que esto trae aparejado.

Por otra parte y ya fuera del contexto puramente sectorial, el impacto del encarecimiento de los combustibles se hace sentir en toda la cadena de costos y se traslada a otros sectores, como el rubro alimenticio a partir del transporte que se encarece, contribuyendo así al círculo vicioso inflacionario.

 

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